Poesia portuguesa contemporánea - Mário Cesariny
Mário Cesariny
Poemas varios
Autografía
Soy un hombre
un poeta
una plancha para vidrio de colores
un vaso una piedra
una piedra configurada
un avión que asciende llevándote en
sus brazos
que atraviesan ahora el último
glaciar de la tierra
Mi nombre está harto de ser escrito
en la lista de los tiranos: ¡condenado a muerte!
los días y las noches de este siglo
han gritado tanto en mi pecho que ya existe en él un árbol milagroso
tengo un pie que ya le dio la
vuelta al mundo
y la familia en la calle
uno es rubio
el otro moreno
y nunca se encontrarán
conozco tu voz como mis dedos
(antes de conocerte ya te besaba en
casa)
sobre la pleura tengo un sol
y toda el agua del mar a mi espera
cuando amo imito el movimiento de
las mareas
y a los asesinos más vulgares del
año
fuera de mí, soy mi gabardina
y la punta del Everest
de noche puedo ser visto en
compañía de gente muy sospechosa
nunca de día a tus pies floreciendo
tu boca
porque tú eres el día porque tú
eres
la tierra donde hace miles de años
vivo la parábola
del rey muerto, del viento y de la
primavera
Respecto al mundo: he visto algunas
cosas
Viajes a París: ya hicimos algunos
Uniones y divorcios de ocasión: no
fueron pocos
Conversaciones con lumbreras
internacionales: también han pasado por aquí
Yo soy, en el sentido más enérgico
de la palabra,
un vehículo de propulsión por hálito
los amigos que tuve las mujeres que
asombré las calles por donde anduve una sola vez
todo eso vive en mí para una
historia
de sentido aún oculto
magnífica irreal
como un pueblo abandonado a los
lobos
lapidar y seco
como vías de tren ultrajadas por el
tiempo
es por eso que traigo cierto peso
extinto
en la espalda
que me sirve de combustible
y es por eso que pienso que los
paisajes serán escrupulosamente electrocutados vivos
para no tener que lanzarlos casi
muertos a las vías
Y para decirte todo
diré que a mis veinticinco años de
existencia solar estoy en franca ascensión a ti, Magnífico
en la cama en el espacio de una piedra en Lisboa-Los-Sustos
y que el hombre-expedición de quien
no hay noticias en los periódicos ni lágrimas en la puerta de la familias
¡soy yo mi bien soy yo partiendo de
mañana encontrado perdido entre lagos de incendio y tu enorme retrato!
II
Érase una vez este hombre
que era un chevrolet
casado con una mujer de vidrio
que era una cuchara de plata
Tiempo después sucedió un conflicto
era un niño desnudo
entre unas tablas de planchar
y dos elevadores hermosos
Metrónomo (dijeron ellos)
Verdadera nostalgia de largas
piernas
el pararrayos comenzó a cortejar
románticamente el toldo
de una máquina de escribir dispuesta
al amor a las cuatro en el interior de una habitación
que era una llanura redonda sembrada
con comas violetas
con un pequeño tenedor en la
espalda
que era el amanecer que es un árbol
en la boca de una mosca de terciopelo
rosa
Metrónomo metrónomo (dijeron ellos
todavía)
¿es un árbol es una piedra que comenzará
el tercer canto?
Es la aflicción de los otros, mi
amor
Recuerdo todo como si fuera hoy
los niños jugaban en los jardines
con un pequeño tenedor en la
espalda
sin duda el mismo de hace un
momento
e incluso era domingo date cuenta
de repente apareciste lentamente a
mi lado
arrastrando sin esfuerzo dos
aparadores muy baratos
¡ay!, mi tristeza no era una barca
pronto hubo lapidaciones en serie
con un ligero clic de calefactor
abierto
todos mis hermanos comenzaron a
andar velozmente hacia atrás
pobres de mis hermanos ¿qué habrá
sido de ellos y nosotros qué hemos hecho?
Imposible saber hasta dónde nos
acompañará nuestra confianza
Permaneciste, mano que estrecho todas
las mañanas para atravesar incólumes los espacios vacíos
Permaneciste, pecho sangriento del mundo
abandonada al sol entre los animales y yo
tú mi único amor mi amor múltiple
amor mío
tú que eres una mesa redonda enamorada
de sus propios círculos
un alcalde sin discos un paquete de cigarros
que se descubrió flor
que se descubrió agua
que se abrió de repente
que gritó de repente
que implantó en mi vida de repente
la corola perfecta
de la desorganización
No me encontrarás como un anillo en
la curvatura I – Z de tu meñique
ni en la oscuridad que exalta tus
cabellos
ni en el magnífico hall de tu frente cerrada iluminadísima
me hallarás en una nube de escamas
milimétricas en torno de tu boca
con toda la fuerza principal en la
boca
o en esta casa que es un hombre muerto
rodeado de rostros siempre
translúcidos
¿Dónde está el hombre que era un chevrolet
casado con una coma de amianto?
Cierto y sabido es que camina sobre
las aguas que lo maté sin querer
estas estrellas brillan con tal
nitidez
que acaban siempre por volverse
sospechosas
No importa lo transfiguraré en poderoso egipcio
¡Abracadabra! ¡Vram!
¡Abracadabra!
Tus ojos son bellos como la luna de
los ríos exteriores
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